El aceite de semilla negra, también conocido como aceite de comino negro o aceite de Nigella sativa, se obtiene de las semillas de la planta Nigella sativa, nativa del suroeste de Asia. Desde hace más de 2000 años, este aceite ha sido valorado por sus aplicaciones medicinales y culinarias en diversas culturas, evidenciado desde los tiempos del Rey Tutankamón. Ha mantenido su importancia, particularmente en la comunidad musulmana desde el año 600, gracias a su composición rica en ácidos grasos esenciales, antioxidantes y sustancias beneficiosas como la timoquinona.

La timoquinona es reconocida por su versatilidad en el tratamiento de diversas condiciones de salud, incluyendo la encefalomielitis, diabetes, asma y en la prevención del desarrollo de células cancerosas. Actúa principalmente eliminando radicales superóxidos, lo que facilita la actividad de enzimas antioxidantes esenciales como la glutatión peroxidasa y la glutatión-S-transferasa. Además, cuenta con propiedades antiinflamatorias, antimicóticas, antibacterianas y antihelmínticas, fortaleciendo así la defensa y la función depurativa del organismo.